Pese a que normalmente consideramos los errores médicos como algo que pertenece al imaginario popular, lo cierto es que, en la Medicina, como en cualquier otro campo, errar es humano. De hecho, en países como Estados Unidos, la relevancia de los errores médicos es tal que son la tercera causa de mortalidad en el país. Y lo más grave es que las consecuencias de los errores médicos pueden llegar a ser de carácter irreversible para el paciente.
Pese a la creencia general existente, los errores médicos no tienen por qué estar asociados a ninguna negligencia malintencionada. Un mal cálculo o una dosis más elevada de la recomendada, una infección a causa de una mala esterilización o una cirugía equivocada, son algunas de las causas que pueden hacer que una estancia hospitalaria se alargue más de la cuenta.
¿Quiere conocer los principales errores médicos que se dan en la sanidad? Seleccionamos los 5 errores médicos más comunes en cualquier hospital.
Los cinco errores médicos más comunes
Errores de medicación
Es probablemente uno de los errores que podemos encontrar con más facilidad en cualquier hospital. La parte positiva es que, aunque es el error más frecuente, también suele ser el más subsanable. La naturaleza de este error puede ser muy diversa: desde una equivocación en la identidad de los pacientes al administrar la medicación,hasta una falta de información en lo relacionado con posibles alergias.
En este mismo campo, también podemos encontrar errores en las dosis administradas. Un error a la hora de calcular la dosis de ingesta de medicamentos se traducirá en una visita a la sala de urgencias con carácter inmediato.
Infecciones
Los hospitales y centros sanitarios se caracterizan por unas estrictas medidas de seguridad en cuanto a la esterilización del material que se utiliza en la práctica clínica. Sin embargo, un material mal esterilizado (o incluso sin esterilizar), que porte virus o bacterias potencialmente patógenos, puede acarrear importantes problemas al paciente.
Y más allá de las operaciones, las consultas de los médicos son también uno de los focos principales de propagación de virus. Debido a la cantidad de gente enferma que comparte tiempo y espacio, es más que habitual que podamos coger algún virus o alguna infección mientras esperamos a ser atendidos por el médico.
Errores de dispensación de medicamentos
Del mismo modo que los médicos se pueden equivocar a la hora de administrar los medicamentos, pueden darse errores de administración de estos en las farmacias. Especialmente en aquellas situadas próximas a los hospitales, y que reciben un mayor flujo de gente, los farmacéuticos tienen un mayor riesgo de equivocarse a la hora de gestionar las recetas médicas de manera adecuada.
Piénselo, ¿cuántas veces se ha cerciorado de que el medicamento que le ofrecía el personal de farmacia es el que, efectivamente, ponía en la receta?
Anestesia
La anestesia es uno de los momentos más delicados a la hora de entrar en cualquier operación. No en balde, el trabajo de los anestesistas es uno de los mejores pagados dentro del área de la sanidad, especialmente si tenemos en cuenta que cualquier error de cálculo puede llevar al fallecimiento del paciente.
Errores de cirugía
Los errores de cirugía más frecuentes no están solo relacionados con un error a la hora de operar, sino que suelen hacer referencia por ejemplo a operaciones en las que se interviene por error al paciente, de un motivo completamente distinto al que le llevó al quirófano o, en la mayor parte de los casos, al olvido de materiales quirúrgicos en el interior del paciente. De hecho, y pese a que no acostumbramos a tener conocimiento acerca de este tipo de errores, está demostrado que las equivocaciones en cirugía relacionadas con el olvido de material en el interior del cuerpo, son uno de los casos más comunes de negligencia médica en casos de cirugía.
Como hemos podido comprobar, los errores médicos son más comunes de lo que pensamos. Sus consecuencias son, en muchos casos, reversibles, pero no por ello es algo que debamos de dejar de lado. En ocasiones, estos errores son consecuencia de una mala comunicación con el personal sanitario que nos atiende por lo que, para mitigar desde nuestra capacidad de acción estos factores, la relación de confianza entre el paciente y el doctor debe de ser fluida y totalmente abierta, de manera bilateral. Ésta es, sin duda, la mejor manera de conseguir minimizar al máximo cualquier error humano.