La reumatología se define como la especialidad médica que se encarga de la prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades musculoesqueléticas y autoinmunes sistémicas.
En la especialidad de reumatología, y más concretamente cuando nos referimos a las negligencias médicas relacionadas con dicha especialidad, es preciso tener presentes los protocolos y documentos de consenso de la Sociedad Española de Reumatología así como los de la Sociedad Española de Medicina Interna y los de la Sociedad Española de Urgencias.
La especialidad de reumatología engloba mas de doscientas enfermedades distintas. Las que mayor incidencia presentan en España son estas: artritis, artrosis, dolor lumbar, osteoporosis, reumatismo de partes blandas, enfermedades autoinmunes (esclerosis, lupus eritematoso…) la vasculitis…
Negligencia médica por artritis séptica
Sin duda, existe una patología dentro de la reumatología que es en la que más negligencias médicas suele incurrirse y que nos es otra que la artritis séptica o artritis infecciosa. Es decir, la invasión de un espacio articular por una bacteria (u otro tipo de patógeno) que origina una infección a la que va a aparejada dolor, inflamación, enrojecimiento, hinchazón aumento de la temperatura local…
Aun cuando los síntomas externos no son especialmente llamativos, esta patología es potencialmente muy grave si no se diagnostica y trata de forma precoz. De lo contrario, la facilidad con la que puede extenderse la infección, puede llevar al fallecimiento del paciente en un corto periodo de tiempo, al desencadenarse una situación de shock séptico y un fallo multiorgánico.
Es lo que sucedió en un caso tramitado en nuestro despacho (al que puede acceder haciendo clic aquí), en el que se omitieron los dictados de los protocolos y guías clínicas al respecto. Una paciente acudió al Servicio de Urgencias aquejada de un dolo intenso en su codo izquierdo; presentaba calor local, eritema y no había sufrido traumatismo alguno. A pesar de ello, incumpliéndose los protocolos, en cuanto no se realizó una analítica que hubiera permitido detectar la infección. Se le dio el alta. Dos días más tarde la paciente ingreso nuevamente en el Servicio de Urgencias y, en esta ocasión sí, el servicio de medicina interna llevó a cabo las actuaciones indicadas en los protocolos y, tras realizar las analíticas y cultivos correspondientes, se determino la existencia de un proceso infeccioso grave. Desgraciadamente, resultó tarde. La infección se encontraba tan extendida, que nada pudo hacerse ya por salvar la vida de la paciente.